La revolución científica: Una breve introducción

Autor:

Lawrence M. Principe


Título:

La revolución científica: Una breve introducción


Editorial:

Alianza Editorial


Código de referencia: 6177



Reseña en el Diccionario de Eva Elena:

La revolución científica: Una breve introducción


Cuantos más libros leo sobre la Revolución científica del siglo XVII más dudas se me plantean.

Por su título,La revolución científica: Una breve introducción , este libro no debería precisamente ir en esa línea. Suena a breve resumen en el que aparecerán recogidas las ideas más usuales sobre el tema. No es del todo así. Junto a ese resumen que promete aparecen algunas ideas originales o menos divulgadas en los estudios generales. Son ideas por lo general interesantes, aunque en alguna ocasión me resultan dudosas o discutibles, para bien o para mal.

Cuando vi el índice pensé que los títulos de los capítulos eran, salvo el sexto, unas figuras literarias para llamar la atención. Pero tras leerlo me doy cuenta de que no es así y se corresponden bien con su contenido, salvo quizás el sexto (ironía de la lectura). Me parecen lógicos teniendo en cuenta el interés del autor para reflejar la mentalidad de la época. Creo que es necesario en este tipo de estudio. Hay que evitar verlo todo con los ojos de ahora, con los conocimientos que han llegado siglos después.

Estos son los capítulos del libro, aparte de una introducción y un epilogo:

  • 1. Nuevos y viejos mundos
  • 2. El mundo conexo
  • 3. El mundo supralunar
  • 4. El mundo sublunar
  • 5. El microcosmo y el mundo de los seres vivos
  • 6. La construcción de un mund o de ciencia

El libro comienza con un estudio del Renacimiento y finales de la Edad Media, necesario para entender las causas de la revolución científica, que por cierto la considera sinónimo de la Edad Moderna.

El autor precisa las fechas 1500-1700 como las de la revolución científica. Considera que son 4 los hechos relevantes para esta revolución: El humanismo, la invención de la imprenta, los descubrimientos geográficos y las contraoversias religiosas (es decir la Reforma y Contrarreforma)

Dice la contraportada que el texto es ameno y riguroso. No puedo avalar esta segunda afirmación según explico a continuación.

El estudio que hace el autor sobre Galileo me parece más bien bochornoso. Califica al proceso de su condena como maraña de intereses intelectuales, políticos y religiosos. Si bien es verdad que hay mucho de eso, no sólo es eso y así parece dejarlo el autor, solo un conflicto de intereses personales.

Dice que Galileo se había entrometido de una manera algo atolondrada en los aspectos bíblicos de la teoría heliocéntrica. Escribir eso después de haber dedicado unas páginas antes a explicar la onmipresencia de la religión parece algo extraño. ¿Debería haber evitado Galileo a la religión en un mundo en que la religión era inevitable? No sé si es eso lo que quiere decir el autor. O a lo mejor quiere decir que sus opiniones en religión eran erróneas, cuando con la perspectivas actúal parecen las más sensatas de la época. Valga un ejemplo, decía Galileo que condenar el heliocentrismo llevaba el peligro de que una vez que se demostrara como cierto habría que condenar el geocentrimo. De hecho así fue un par de siglos después para regocijo de las mentes objetivas. Es más entre los detractores de Galileo del siglo XX era común la cita de Koestler diciendo que 'Galileo erró en la ciencia pero acertó en la religión, mientras que la Iglesia acertó en la ciencia y erró en la religión' (Koestler se refería a que Galileo no contaba con suficientes pruebas sobre la teoría heliocentrica y por tanto era mejor la postura religiosa). Sí hasta sus enemigos no calificaron de 'atolondrados' loos razonamientos de Galileo sobre religión. Vuelvo a considerarlos inevitables en contra de la opinión de este libro.

Sigo con el tema de Galileo. La exposición de su relación con Urbano VIII es bastante torpe, dando a entender que le dió permiso para escribir el libro a cambio de colocar una reserva que Galileo colocó de mala fe. La realidad es una larga negociación no con el Papa, sino con el censor. Francamente obligar a Galileo a modificar el contenido para que se acepte la publicación y luego decir que la modificación no ha sido suficientemente sumisa me parece algo indefendible desde el punto intelectual, por mucho que se apele al argumento de que 'así se pensaba en la época', argumento que queda anulado cuando se usa para contradecir a gente que en esa época no pensaban así.

En la bibliografía indica que el mejor texto sobre el 'Asunto Galileo' es uno de 1989 que no he leído, pero me da que ha llovido mucho desde entonces y que hay suficientes textos recientes de rigor que contradicen la exposición de Principe.

Hay mucho más en el libro que el tema de Galileo, lógicamente. En el capítulo 6, el último, se aborda el cambio de mentalidad que supuso. Mantiene la tesis, que doy por acertada en gran parte, aunque no sé si tanto como el autor, que el cambio se produce por la técnica a la que en el siglo XVII no se puede disociar de la ciencia pura. Bastante de verdad hay, pero no debemos olvidar que el conflicto de fondo en la revolución científica fue teórico: Cambiar la fe por la racionalidad. Y ese motivo teórico daría lugar en el siglo siguiente a la llamada poteriormente revolución de la razón.