Monográficos de www.granadacultural.info: El caso Alkaeta


La banalización de ETA

En el curso del debate sobre el tema hay una acusación sobre parte de la campaña de defensa de los actores que me gustaría comentar. En concreto se dice que algunos actos, imágenes o frases, sobre todo las de humor suponen una banalización de ETA. En algunos casos incluso se acusa de ofender a las víctimas de ETA.

De alguna forma este argumento viene a defender que una frase como puede ser 'Gora mi tETA' es tomarse a broma el daño que ha hecho la organización terrorista ETA.

Un artículo sobre el tema es el siguiente: Títeres sin cabeza (sobre la banalización de ETA)

Entiendo que no debe banalizarse ETA y que hay que tener el máximo respeto por las víctimas. Pero creo que es erróneo suponer que esta campaña quiere infravalorar el daño de ETA o cosas parecidas. Lo que pretende precisamente es ridiculizar a la gente que usa ETA como excusa de sus desmanes. Son ellos los que desprecian a las víctimas, manipulan sus sentimientos de forma torticera.

''Suaviter in forma, Fortis in re''. El lema jesuista pide ser suave en la forma y fuerte en el contenido. Los que estamos de verdad contra el terrorismo no caemos en la trampa de llamar terrorismo a lo que no es y no sustituimos nuestra firmeza contra la violencia por gritos irracionales. Eso sería ser complices y no enemigos del terror.

Evitemos ofender a nadie, pero hagamoslo explicando nuestra intención y justificandola, nunca mintiendo.

Me gustaría citar otro ejemplo que puede ayudar a comprender mi postura.

Maricón es normalmente un insulto y por eso mucha gente emplea la palabra 'gay' para referirse a los homosexuales, término más técnico. Sin embargo he oido revindicar la palabra maricón de una forma que me parece justa. Soy maricón le escuché decir a un homosexual con una valentía y un orgullo que me cautivó. Desde entonces a menudo uso la palabra no con ánimo ofensivo sino revindicativo. Entiendo que debo andar con cuidado porque según el sitio se me entenderá o no. Con cuidado sí, pero no con miedo a los homófobos que tanto daño han hecho.

Espero que el ejemplo sirva para entender que a la hora de defender una postura tenemos que ser todos tolerantes y procurar entender el planteamiento del otro antes que situarlo gratuitamente como enemigo. Esos planteamientos que nos pueden parecer dudosos a veces señalan el mejor camino para conseguir el objetivo común. Desgraciadamente no basta con una declaración simple para conseguir los ideales. El camino puede ser más tortuoso y si nos confunde cualquier curva caeremos por el barranco de la ignorancia.



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