El estudio de la mitología hebrea resulta algo especial. Por un lado tenemos un conjunto de libros, los que constituyen la Biblia, que dan uniformidad al tema. No existe el conglomerado de fuentes distintas y contradictoria que encontramos, por ejemplo, en la mitología griega. Es verdad que aparecen historias distintas, como los capítulos 1 y 2 del Génesis, que se contradicen entre sí. Pero el volumen es mucho menor que en otras mitología.
Y por otro lado, nos encontramos con un problema serio, que es ni más ni menos una de las causas fundamentales de esa uniformidad de la que acabo de hablar: Las fuentes están organizadas porque sus organizadores se ocuparon de suprimir las otras fuentes. La Biblia masorética supuso un único texto a costa de hacer desaparece otros alternativos.
A lo anterior hay que unir el 'triunfo' de las religiones del libro, o sea a las que recogen la tradición hebrea. Esto suposo distinguir entre los mitos hebreos como religión verdadera del resto de los mitos, que eran eso, mitología en vez de religión.
Por suerte el panorama se va aclarando y cada vez encuentro más libros sobre la mitología hebrea. Cito dos de ellos.
J. Frazer. El folclore en el Antiguo Testamento, Fondo de Cultura económico.
Robert Graves. Los mitos hebreo, publicado en Alianza editorial.