Adonis

El mito griego de Adonis proviene de una leyenda siria que ya habia sido citada por Hesíodo.

Aunque existen distintas versiones una de las más divulgadas es la siguiente: Tías, rey de Siria, tenía una hija llamada Mirra o Esmirna. Esta se enamoró de su padre (según parece ser motivado por la cólera de Afrodita). Ayudada por su nodriza Hipólita conseguió engallar y unirse con su padre durante 12 noches, pero en la doceava Tías se dió cuenta y con un cuchillo la perseguió para darle muerte. Mirra invocó la protección de los dioses, los cuales la transformaron en un árbol (el árbol de la mirra). Diez meses después la corteza el arbol se rompió y salió del arbol un niño que se llamaría Adonis. Afrodita, conmovida por la belleza de Adonis lo recogió y se lo dió a Perséfone para que lo cuidara. Pero ésta también se prendó del niño y no quiso devolverselo a Afrodita. La disputa entre las dos diosas fue solucionada por Zeus acordando que Adonis viviera un tercio del año con Afrodita, otro con Perséfone y el que quedaba donde quisiera. Adonis optó por vivir ese tercio también con Afrodita. Más tarde Artemis lanzó un jabalí contra él que lo hirió mortalmente. El mito de Adonis parece reflejar el misterio de la vegetación, que pasa un tercio del año bajo tierra y el resto del año sale a la luz.

Hay varias versiones sobre la muerte de Adonis. Una la atribuye a Apolo en venganza por haber cegado Afrodita a su hijo Erimanto.

Afrodita instituyó una fiesta en honor de Adonis que las mujeres sirias celebraban en primavera. En vasos y otros recipientes plantaban semillas que regaban con agua caliente para que brotaran rapidamente. Se les llamaba jardines de Adonis. Las plantas así criadas morían rápidamente como Adonis.

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