Superior de un monasterio de hombres o abadía. También se utiliza en el ámbito religioso para determinados títulos.
La palabra Abad proviene del arameo abba, que significa padre.
Es una de las palabras recogidas por Voltaire en su diccionario filosófico. Lo hace de forma crítica y aprovecha para poner en duda la bondad de los abades, más dados a reunir poder dentro de la iglesia que a servir a sus supuestos ideales. «el pobre que hace juramento de ser pobre, y que por consecuencia de este voto llega ser soberano, es intolerable». Estas ideas las amplía en la voz 'Abadía' en la que recuerda con gran acierto el versículo 9 del capítulo XXIII del evangelio de San Matías: «No llaméis padre a ningún hombre en el mundo porque no tenéis más que un padre, que está en los cielos». Como se puede comprobar los supuestos seguidores de Jesucristo no parecen haber tenido muy en cuentas las ideas del mismo Jesucristo.