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Los siete durmientes de Éfeso [CGC822]

Es una antigua leyenda cristiana.

El emperador Decio, mediados del siglo III, queriendo combatir a las sectas cristianas, exigió ofrendas a los dioses paganos, a los que siete oficiales (en otras versiones de la historia son hermanos) se negaron. Huyeron y se escondieron en una cueva, pero enviados por Decio taponaron la entrada a la cueva para que murieran de hambre y sed. 362 años después (las fechas no cuadran, pero es lo que tienen las leyendas) unos albañiles abrieron la cueva para aprovechar las piedras del muro y encontraron a lo siete hermanos durmiendo y vivos. Cuando volvieron a la ciudad de Éfeso pudieron comprobar que el cristianismo había vencido.

La narración la puedes encontar en la 'Leyenda Dorada' la fantasiosa colección de vidas de santos escritas por Santiago de la Vorágine (que se las creía). Claro que como bien aporta Catherine Nixey, si hubiera habido un octavo durmiente más crítico al despestar y llegar a Éfeso hubiera comprobado que los cristianos habían destruidos templos, estatuas y una enormidad de obras de arte, sustituyéndolas por cruces de dudosa calidad. Los materiales de muchas de esas obras se encontraban ahora en establos y casas particulares.

Y si quieres saber más, en la Wikipedia tienes un artículo sobre la leyenda: https://es.wikipedia.org/wiki/Siete_durmientes_de_%C3%89feso

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